9 de junio de 2025 — El optimismo se afianza en los mercados financieros estadounidenses, con bancos de inversión como Morgan Stanley y Goldman Sachs respaldando un escenario favorable para el índice S&P 500 en lo que resta del año. Las expectativas se ven apuntaladas por un crecimiento económico resistente, la suspensión de aranceles por parte del presidente Donald Trump en abril y datos positivos del mercado laboral.
El estratega de Morgan Stanley, Michael Wilson, abandonó su postura bajista en 2024 y ahora proyecta que el S&P 500 podría alcanzar los 6.500 puntos en los próximos 12 meses, lo que implicaría una ganancia cercana al 8% respecto a los niveles actuales. Según Wilson, la fuerte caída registrada en abril marcó el final de una corrección más prolongada iniciada hace un año.
“La mejora en las previsiones de ganancias empresariales nos mantiene optimistas sobre la renta variable estadounidense en el horizonte de 12 meses”, afirmó Wilson en una nota a inversores.
El repunte del S&P 500 y la influencia de la política comercial
La reciente recuperación del índice, que ahora se sitúa apenas un 2% por debajo de su récord histórico de febrero, responde en parte a la decisión del presidente Trump de suspender algunos de los aranceles más agresivos impuestos en las últimas décadas. Este alivio arancelario ha reducido la incertidumbre y revitalizado el apetito por el riesgo en los mercados.
No obstante, el S&P 500 aún ha quedado rezagado frente a sus pares internacionales en lo que va del año, debido a la volatilidad generada por las tensiones comerciales.
Revisión de proyecciones por parte de los grandes bancos
Otros bancos de inversión, como JPMorgan Chase & Co. y Citigroup Inc., también han revisado al alza sus pronósticos para el S&P 500. En el caso de JPMorgan, la revisión implica que el índice podría haber alcanzado su punto máximo para 2025, pero representa un cambio significativo frente a proyecciones anteriores que anticipaban una caída del 12%.
Desde Goldman Sachs, el estratega David Kostin destacó que el comportamiento reciente del mercado sugiere que los inversores están apostando por un crecimiento sostenido, con sectores cíclicos superando a los defensivos.
“El mercado gana confianza gracias a la mejora de indicadores secundarios y a las señales favorables desde Washington”, explicó Kostin.
“Si estas mejoras se mantienen, podrían sostener la rentabilidad de las acciones incluso si los datos macroeconómicos primarios se debilitan”.