San Salvador, abril de 2025 – La guerra comercial entre Estados Unidos y China ha alcanzado un nuevo nivel de tensión después de que el gobierno de Pekín anunciara un arancel del 34% sobre todas las importaciones estadounidenses. Esta medida llega en respuesta a los aranceles recíprocos impuestos recientemente por el presidente Donald Trump, elevando aún más la incertidumbre en los mercados globales.

Según un reporte de www.bloomberglinea.com, con cobertura de Josh Xiao y James Mayger, la decisión de China también incluye restricciones a exportaciones estratégicas, ampliando el alcance del conflicto económico entre ambas potencias.

Medidas adicionales de China

Además de los aranceles, China ha implementado nuevas restricciones comerciales y controles de exportación, afectando sectores clave de la economía estadounidense:

  • Limitación de exportaciones de tierras raras, esenciales para la fabricación de productos tecnológicos y de defensa.
  • Investigación antidumping sobre equipos médicos provenientes de EE.UU. e India.
  • Suspensión de importaciones de productos avícolas de dos compañías estadounidenses.
  • Inclusión de 11 empresas de defensa de EE.UU. en su lista de “entidades no confiables”, lo que restringe su acceso al mercado chino.

Escalada de tensiones entre Washington y Pekín

Las relaciones entre Estados Unidos y China se han deteriorado rápidamente desde el regreso de Trump a la Casa Blanca. Hasta el momento, el presidente estadounidense no ha mantenido conversaciones directas con su homólogo chino, Xi Jinping, y ha justificado sus medidas comerciales como una estrategia para nivelar las condiciones de competencia internacional.

El nuevo arancel del 34% anunciado por China se suma a una serie de medidas proteccionistas que han llevado el impuesto promedio sobre productos chinos en EE.UU. hasta el 54%, lo que podría afectar gravemente las exportaciones chinas y desencadenar mayores represalias.

Impacto en los mercados y la economía global

Los mercados han reaccionado con volatilidad ante la incertidumbre generada por estas nuevas políticas comerciales. Analistas advierten que el conflicto podría:

  • Reducir el comercio bilateral, afectando cadenas de suministro globales.
  • Elevar los costos de producción en sectores tecnológicos y automotrices.
  • Desacelerar el crecimiento económico global, en un contexto de presiones inflacionarias y políticas monetarias ajustadas.

El Ministerio de Finanzas de China calificó las acciones de EE.UU. como “intimidación unilateral”, asegurando que responderán con medidas que protejan sus derechos e intereses comerciales.

Mientras tanto, el presidente Donald Trump ha defendido su estrategia, argumentando que es necesario para contrarrestar las barreras comerciales impuestas por China, incluyendo restricciones no arancelarias que afectan a exportadores y empresas estadounidenses.

Perspectivas para el segundo trimestre

Con el 10 de abril como la fecha de entrada en vigor de las nuevas tarifas, los inversionistas estarán atentos a posibles negociaciones o represalias adicionales. Empresas multinacionales, mercados emergentes y sectores industriales clave podrían verse impactados si el conflicto se prolonga, incrementando la aversión al riesgo en los mercados financieros.

El desenlace de esta disputa comercial sigue siendo incierto, pero lo que es claro es que el comercio mundial enfrentará meses de alta volatilidad y ajustes estratégicos por parte de los actores involucrados.

Fuente original: www.bloomberglinea.com
Autores: Josh Xiao y James Mayger